Yamaranguila, Intibucá. Toda niña merece ser libre y mil oportunidades más. En el marco del mes de octubre, mes en que celebramos el Día Internacional de la Niña, queremos que conozcas historias de niñas que trascienden en sus comunidades.
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.” Versículo 13:34 del libro de Juan, es un claro mandamiento de amar y servir a los demás, algo que tiene muy claro Nahomy, una niña patrocinada de Yamaranguila y que, a sus 13 años de edad, es defensora de los derechos del niño.
Nahomy es alcaldesa juvenil y organizadora en su comunidad, un enorme ejemplo de empatía por las necesidades sociales y espirituales de los niños. Vivió con sus abuelos durante seis años, después de que su padre emigró por trabajo. Pero ahora él ha vuelto y ella aprovecha toda la fuerza del amor de su familia y el apoyo de sus maestros y mentores, como el alcalde José, para ser una estrella de esperanza para los demás.
Ella anima a sus compañeros a construir su comunidad a través del servicio. Nahomy enfrenta temas difíciles en su diario vivir, haciendo campaña contra el matrimonio infantil o a temprana edad y el embarazo adolescente. Cuando los niños abandonan la escuela, Nahomy acude con el oficial municipal de protección infantil para hablar con sus padres y ayudarlos a encontrar soluciones, esto apoyó a que fuera elegida por los demás estudiantes del municipio como organizadora comunitaria, obteniendo el doble de votos que los demás candidatos.
Nahomy, tiene sueños y metas claras, los cuales refleja mencionándonos lo siguiente: “Quiero ser médico y comenzar la primera clínica en mi comunidad, La Puerta”, para mí, tener una educación significa que puedo cuidar de mi familia y mi comunidad, especialmente de mis abuelos y mi padre, que se han sacrificado tanto para darme oportunidades". Al igual que ella y todas las niñas de la comunidad de Yamaranguila, Nahomy merece #MilOportunidades.