Como si no fuese suficiente con la devastación de las economías, el hambre y el desempleo que atraviesa Centroamérica producto de la pandemia por COVID-19, el huracán ETA asestó otro golpe mortal a millones de personas vulnerables. A siete días de su paso por la región, el fenómeno dejó más de 3,4 millones de personas afectadas y obligó a más de 91.000 personas a desplazarse a albergues temporales. Los efectos sobre la infraestructura, las familias y particularmente los niños y niñas son gravísimos, alertó la organización humanitaria y de desarrollo World Vision.
En coordinación, con los cuerpos de protección civil, OCHA y cuerpos nacionales de socorro, World Vision trabaja en asegurar la protección de los niños y niñas más vulnerables. Además, la organización está reforzando el acatamiento de medidas preventivas del COVID-19, especialmente con los niños y niñas en las áreas impactadas por ETA. La labor alcanza albergues temporales y comunidades en Honduras, Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Costa Rica, informó José Nelson Cháves, asesor regional de Emergencias de World Vision.
“El huracán ETA ha afectado a más de 2 millones de hondureños. Conforme bajan las aguas, van apareciendo los cuerpos de decenas de personas ahogadas. La pérdida y daños en los hogares de personas pobres es masiva. En Guatemala, hay más de 358.000 personas afectadas centenares murieron soterradas por deslaves en San Cristóbal de la Paz. Las escenas son también desgarradoras en Nicaragua, en la zona costera, y en varias ciudades de El Salvador donde miles de familias perdieron todo. Es una catástrofe que se suma a la emergencia por el COVID-19”, aseveró Jorge Galeano, Director Nacional de World Vision en Honduras y Guatemala.
“La ayuda internacional es urgente. No tenemos mucho tiempo, para los próximos días, esperamos otra tormenta, Theta, que profundizará aún más las condiciones extremas”, agregó. Se estima que 1,5 millones de personas en Centroamérica requieren ayuda humanitaria urgente, incluyendo alimentos, materiales de higiene y medicamentos.
Frente a la amenaza de un nuevo sistema que impactaría a Centroamérica, World Vision está aprovisionando sus bodegas con insumos y materiales para auxiliar a las personas más necesitadas, coordina desde ya con socios humanitarios, iglesias y voluntarios, y está dirigiendo mensajes a la población para prepararse y prever acciones frente a la posibilidad de un aumento en las precipitaciones.
“Ya los suelos están saturados, un leve incremento en las lluvias puede ser letal y causar más deslaves e inundaciones, por eso urgimos el apoyo internacional para apoyar a los afectados, que, en su mayoría, son personas pobres”, agregó Cháves. ETA dejó a su paso 93 fallecidos y 143 desaparecidos, según las últimas cifras oficiales.